Los fraudes más comunes en Bogotá, del estrato 1 al 6

El cuento siempre es el mismo: un príncipe nigeriano le escribe un correo electrónico para contarle sobre la herencia millonaria que está a punto de entregar. Usted está dentro de los opcionados a recibirla y solo le pide pagar los impuestos para transferirle la extraordinaria suma de dinero de forma casi inmediata. ¿Le cree?

Aunque buena parte de los cibernautas saben que se trata de un embuste, hay quienes todavía caen en las redes de los delincuentes que buscan a incautos en la web. Modalidades como estas son el pan de cada día.

Solo en la capital, en lo corrido de este año, la Policía Metropolitana de Bogotá ha atendido 436 casos de fraudes bajo todo tipo de modalidades, incluyendo la del príncipe de Nigeria. La cifra se incrementó en 129 casos respecto al mismo periodo del año pasado, hasta cuando fueron denunciados 307 episodios.
Estafas en ColombiaSi bien un ciudadano puede ser víctima de estafa bajo cualquier tipo de modalidad, los delincuentes seleccionan a sus víctimas, según sus necesidades, así como sus ansias de dinero fácil. Han sacado provecho de quienes buscan una casa a bajo precio donde vivir con su familia, de quienes esperan recibir una ayuda extra para pagar las deudas, de los que quieren comprar carro a precios irrisorios, e incluso de los que invierten elevados montos con la promesa de que el dinero será multiplicado.
Estos son los fraudes más comunes en la ciudad, del estrato 1 al 6, de acuerdo con información suministrada por autoridades y víctimas.

Estrato 1:Ventas de lotes y alquiler de habitaciones
Este tipo de fraudes se dan en mayor proporción en la periferia de la ciudad, en localidades como San Cristóbal y Ciudad Bolívar.

Allí los avivatos se aprovechan de las familias que sueñan con tener una casa propia. Primero se apoderan de lotes que no les pertenecen para luego venderlos; incluso, algunos terminan teniendo varios dueños. Según las autoridades, el valor de estos en ocasiones no alcanza los 10 millones de pesos.

Cuenta la Policía, los delincuentes alquilan habitaciones o casas de las que tampoco son los propietarios. Les hacen firmar documentos sin validez y terminan pagando el dinero pactado para concretar el negocio. Cuando el arrendatario se acerca al lugar nuevamente para que el contrato le sea respetado, se entera de que el supuesto dueño no tenía nada que ver con el inmueble.

Estratos 1 y 2: afiliación a subsidios
También se aprovechan de la necesidad de las familias de recibir un subsidio. Los delincuentes utilizan supuestos carnés o uniformes de entidades del Distrito. De casa en casa, van pidiendo entre 20.000 y 30.000 pesos –la suma varia de acuerdo con el supuesto trámite que vayan a hacer y el barrio donde residan las víctimas– para hacer efectiva su afiliación al sistema de salud o solicitar un auxilio para el estudio de los niños. En una tarde, recorriendo varias cuadras, pueden ganar hasta 1 millón de pesos.

Otras de las estafas que se cometen, especialmente en los estratos 1 y 2, es la de vender billetes falsos de lotería. En lo corrido de este año, la Policía ha recibido tres denuncias por estos casos, que se suman a otros tres que se registraron el año pasado.

Estratos 3 y 4: concesionarios ficticios y ventas en internet
Las más recientes capturas, por parte del CTI de la Fiscalía, de dos hombres y dos mujeres que habrían estafado a al menos 25 personas en Bogotá, a punta de falsas promesas para adquirir un carro nuevo o usado, devela los riesgos a los que se expone un ciudadano cuando está a punto de concretar un negocio.

Como ellos, las autoridades han detectado varios establecimientos que terminan siendo concesionarios ficticios, donde los clientes incluso acceden a dejar en consignación su vehículo actual y una cuota para financiar el automotor que se comprometen a entregarles con el paso de los días, pero que nunca llega.

También se han incrementado las estafas a través de portales web para venta y compra de todo tipo de artículos. Como muchos de los negocios se hacen sin conocer al supuesto vendedor, a cambio de las consignaciones envían los productos dañados o rotos, las garantías no se pueden hacer efectivas, entregan elementos de menor cuantía que el que ofrecieron, o simplemente los compradores no los reciben.

Estas son modalidades de engaño que, junto con otras, ya alcanzan los 386 casos este año. En el 2014, durante el mismo periodo, iban 270 denuncias. Es decir que de los 33 casos que se registraban al mes, ahora se reportan unos 50.

Investigadores señalan que estos episodios son más frecuentes en estratos 3 y 4, donde hay poder adquisitivo y la compra de vehículos y artículos es habitual.

Estratos 4 y 5: llamadas y correos que prometen dinero fácil y plata para poder emplear a la víctima

Si bien son varias las modalidades que utilizan para quedarse con los bienes o el dinero de las víctimas, el engaño es la más frecuente. Prácticamente, 8 de cada 10 episodios se concretan mediante triquiñuelas.

Una de las víctimas fue Catalina Rodríguez, quien, luego de postularse a varias ofertas de trabajo, recibió un correo electrónico con la respuesta positiva. Le decían que trabajaría en un hotel ubicado en la ciudad de San Francisco (Estados Unidos).

“Lo único que tiene que hacer ahora es volver a mí con la siguiente información, tan pronto como sea posible, para empezar de nuevo con el procesamiento de sus documentos de viaje (...). Tendrá que pagar por el transporte de sus documentos de la embajada estadounidense. Costará $ 240 para su transporte a través de un servicio de mensajería”.

Sin embargo, Catalina se encargó de investigar si esta respuesta era verdadera antes de hacer la consignación, y no era más que una farsa.

“Hago un llamado de atención a todos para que tengan cuidado de no caer en la trampa de este nuevo modo de estafa”, recuerda la mujer.

Estratos 5 y 6: captación de dinero ilegal a través de ‘pirámides’ y pago de cuentas que ya se pagaron
“Metimos, entre mi esposo y yo, como 72 millones de pesos en una ‘pirámide’. Era la primera vez que metíamos plata, porque nos dejamos convencer. Toda la familia ya había ganado. La invertimos en agosto y se cayó en noviembre. Que nos devuelvan algo es prácticamente imposible”, contó una de las víctimas que dejó DMG, una famosa captadora de dinero ilegal.

En los últimos meses, nuevas denuncias sobre grupos que actúan de la misma manera han salido a la luz pública.

Por los montos millonarios que se invierten, es más viable que familias de estratos 5 y 6 decidan entregar ese dinero con la promesa de que van a recibir cuentas superiores. Sin embargo, cualquiera podría hacerlo. Pero ¡de eso tan bueno no dan tanto!

Otra de las más recientes modalidades con que se han encontrado las autoridades son las llamadas que supuestamente hacen desde las empresas de telefonía celular, que resultan siendo ficticias. Alertan a la víctima de que, de no cancelar una deuda pendiente, será reportada a centrales de riesgo. Y con la promesa de que no lo harán si cancela, le dan el nombre de la persona a la que deberá transferirle el dinero mediante empresas de mensajería.

¡No se deje estafar!
-En caso de que piense comprar carro o casa nueva, las autoridades recomiendan verificar que la empresa exista.

-Evitar hacer compras a través de la web sin antes verificar la reputación del vendedor o del portal.
-Si supuestamente se comunica con usted un familiar para que le consigne dinero, de manera que no sea llevado a la cárcel, debe llamar inmediatamente a sus familiares para corroborar la información.

-Por lo general, si una empresa lo contrata no debe exigirle pagos para tramitar su visa u otro tipo de documentos. Eso es señal de que se trata de una estafa.

-No entregue su dinero para tramitar un subsidio. Las entidades del Distrito tienen otros medios para hacer estos procesos, y deben identificarse plenamente. Es mejor llamar a la entidad, con el nombre de los supuestos funcionarios en mano.

-Si ha sido víctima de alguna estafa, denuncie ante las autoridades. Puede hacerlo en la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá.// El Tiempo.com

Publicar un comentario

0 Comentarios