El comercio electrónico alcanzó el año pasado transacciones por 2.500 millones de dólares en el país y se espera que este año crezca entre 25 y 30 por ciento.
No obstante, ese tipo de servicios hasta ahora ha estado reservado a una pequeña parte de la población. Solo cuatro millones de personas hacen compras por internet. Y casi la mitad las realizan vía tarjeta de crédito y nueve de cada diez provienen de personas de estratos cinco y seis.
Sin embargo, con la sanción presidencial de la ley de inclusión financiera, el 21 de octubre pasado, se abre una ventana esperanzadora para que sean muchas más las personas que estén en condiciones de bancarizarse y, por ende, de contar con un medio de pago electrónico que les permita acceder a las ventajas y las novedades del comercio virtual.
Hoy, aunque existen distintas modalidades de compra, que incluyen opciones como pago contraentrega en efectivo, muy pocos comercios locales la ofrecen. La tarjeta de crédito o débito es la llave de entrada a las compras en línea.
Uno de los principales aportes de la ley de inclusión financiera al desarrollo del comercio electrónico son las nacientes entidades financieras especializadas en pagos, ahorros y depósitos (PAD), sin impuesto del cuatro por mil, entre otros beneficios.
Dichas entidades estarán sometidas a la vigilancia de la Superintendencia Financiera y podrán ser creadas por operadores de telecomunicaciones y empresas de giros postales, entre otras.
Estas compañías, que cuentan con presencia en zonas en las que los procesos de bancarización avanzan en forma más lenta, tendrán, entonces, la tarea de dar acceso a transacciones electrónicas a buena parte de la población rural.
Así lo considera Hans Hanckes De Laire, gerente general de Groupon para la Región Andina, quien asegura que “el mayor impacto será el beneficio para los usuarios de escasos recursos, que les permitirá acceder a un mercado muchas veces más competitivo y con mejores precios”.
Se calcula que al menos 20 millones de colombianos tendrían acceso a servicios bancarios gracias a esta nueva ley. Incluso, el Ministerio de las TIC fue uno de los principales impulsores de la norma, precisamente con el objetivo de promover el uso de las redes fijas y móviles de internet, que están presentes en el 98 por ciento del territorio nacional, en actividades de banca digital.
“En el país hay más celulares que personas y eso lo debemos aprovechar. A través de estos dispositivos se podrán hacer transacciones digitales sin necesidad de tener una cuenta bancaria, en forma más sencilla y a menor costo”, afirmó el ministro Diego Molano Vega, durante la presentación del entonces proyecto de ley.
De acuerdo con la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT), la ley de inclusión financiera ayudará a construir un ambiente de economía formal, que les dará acceso a más colombianos a medios electrónicos, como tarjetas de crédito, vitales a la hora de aumentar el comercio en línea. En el país, cerca del 25 por ciento de las compras electrónicas se hacen con tarjeta de crédito y otro 24 involucra algún tipo de medio de pago electrónico.
Alberto Yohai, presidente de la agremiación, dijo que el siguiente paso debe ser dado por los integrantes del comercio tradicional, quienes deben poner en marcha procesos para complementar su oferta y llevar sus productos al mundo virtual.
El incremento de los niveles de bancarización, de la mano de mayores índices de conectividad, puede llevar a que se cumplan las expectativas sobre la evolución del comercio electrónico en Colombia, el cual movería cerca de 5.000 millones de dólares para finales del 2015, dos veces más la cifra registrada al cierre del año pasado.
Emulando las jornadas de descuentos especiales que se llevan a cabo en países como Estados Unidos, en Colombia se han vuelto populares los eventos en los que el comercio electrónico se agrupa para entregar a sus compradores precios especiales en productos y servicios.
Uno de los ejemplos es el Cyberlunes, que en su más reciente versión registró ventas por más de 20.000 millones de pesos, cifra superior en un 500 por ciento a un lunes promedio. Un estudio de la firma PwC reveló que en el evento se reportaron 57.748 transacciones, frente a las 8,761 que normalmente se presentan en un lunes.
“La cultura digital va ganando cada vez más terreno en el país”, dijo Hans Hanckes De Laire, quien atribuyó el incremento de las transacciones electrónicas a mayores niveles de confianza del consumidor en los procesos de logística.
Barreras que se enfrentan
Si bien los esfuerzos de la industria y el Gobierno van encaminados a aumentar los canales mediante los cuales los colombianos pueden realizar transacciones en línea, una mayor penetración del comercio electrónico depende en buena medida de que los diferentes actores de este mercado puedan superar las barreras.
El primero de los obstáculos es el cultural. Alberto Yohai, presidente de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones, reconoció que existe una gran desconfianza en las transacciones en línea.
Las otras barreras las detectó el estudio ‘The Cocktail Analysis’, que muestra que cerca de la mitad de los cibernautas no han efectuado compras en línea durante un año. De dicho grupo, cerca del 34 por ciento no está acostumbrado y el 44 por ciento aduce temores por la seguridad. Uno de cada cinco colombianos ha sido víctima de fraude por internet.
“Es oportuno que nuestro sistema financiero continúe haciendo frente con nuevos mecanismos, que van de la mano de la tecnología y la seguridad digital, para lograr una robusta autenticación de las operaciones”, explicó Bryan Rozo, gerente de E-Banking, de Gemalto para la Región Andina.
Para Hans Hanckes De Laire, gerente de Groupon para la Región Andina, otra de las tareas radica en que los procesos de logística de las empresas cumplan al ciento por ciento las expectativas de los usuarios y tengan altos estándares de calidad.
Algunas ventajas
1. Alcance. Se puede acceder a cualquier producto o servicio en el mundo.
2. Precio. Normalmente se consiguen en Colombia y en otros países mercancías a un mejor precio.
3. Comodidad. La posibilidad de comparar, analizar, indagar y adquirir desde la casa productos y servicios.
4. Seguridad. Las tecnologías de protección han evolucionado. Los bancos ofrecen productos de pago especiales.// El Universo (CO)
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