La noticia estaba escondida en solo una línea, parte de una tabla de un reporte de 198 páginas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT): en Colombia el 53,1% de los puestos gerenciales están ocupados por mujeres.
Y esto, según la organización, convierte al país sudamericano en uno de sólo tres en el mundo donde hay más mujeres que hombres en este tipo de puestos. (Los otros dos son las islas caribeñas de Santa Lucía, con 52,3% y Jamaica con 59,3%).
Aunque Ximena Peña –profesora del departamento de economía de la Universidad de Los Andes, quien lleva años estudiando la situación de las mujeres en el mercado laboral colombiano– afirma que el hallazgo constituye una sorpresa.
"Sinceramente, esto contradice completamente todo lo que yo he encontrado con mis investigaciones", le dice a BBC Mundo.
"He hecho varios estudios usando como fuente la base de datos de la Encuesta de Hogares del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, que es de donde salen las cifras oficiales de empleo", explica Peña.
"Y al mirar qué proporción de trabajadores se reportan como patrón o empleador en firmas de dos o más personas, más del 80% son hombres (...). La verdad es que la proporción de mujeres que han llegado a la cima en Colombia es muy bajita", afirma.
Para enfatizar su punto, la investigadora ofrece un ejemplo: "Si yo les digo que nombren a cinco empresarios famosos, es facilísimo, pero si les digo que me nombren dos mujeres...".
"Aquí en Colombia podemos nombrar reinas (de belleza), podemos mencionar periodistas, pero mujeres jefes o emprendedoras no", sostiene Peña.
Gerentes, ¿pero de qué?
El mismo reporte de la OIT, sin embargo, reconoce que la presencia de mujeres en los más altos cargos gerenciales es escasa en todo el mundo y que Colombia no es la excepción.
A nivel mundial, por ejemplo, menos del 5% de los dueños o gerentes de las compañías más grandes son mujeres, y en el caso colombiano la cifra se reduce al 4% cuando se consideran las 100 principales empresas del país.
Y, en general, las mujeres colombianas ocupan solamente el 12,1% de de las máximos puestos gerenciales (siempre según la OIT), lo que parece confirmar la tendencia global según la cual las mujeres tienen más posibilidades de encabezar áreas específicas como relaciones públicas, recursos humanos, finanzas o administración, pero muy rara vez compañías enteras.
"Cada día más mujeres están ocupando cargos directivos en Colombia, pero no puede desconocerse que existen más hombres que mujeres en este tipo de cargos", le confirma a BBC Mundo Sylvia Escovar, presidente de la distribuidora de derivados de petróleo y gas Terpel y, como tal, la única mujer al frente de una de las 10 principales compañías del país.
"Basta hacer una lista de invitados a un cóctel corporativo para darse cuenta de ello", agrega.
Más preparadas
Escovar, sin embargo, dice no sentirse sorprendida por la existencia de un número cada vez mayor de mujeres en otros cargos gerenciales.
"Esta es una faceta de un proceso de cambios profundos que se vienen registrando en el país desde los años 60, tales como la transición demográfica con sus profundas implicaciones en la configuración de la familia y también con el ingreso masivo de la mujer al sistema educativo", explica la presidente de Terpel.
"Y en Colombia existe una Ley de Cuotas que establece un porcentaje mínimo de mujeres en los altos cargos públicos. Así mismo, hace 3 años se lanzó la Política Pública de Equidad de Género para las Mujeres", destaca, pero no sin hacer notar que todavía hace falta mucho para cerrar la brecha.
Efectivamente, según Ximena Peña, las mujeres en Colombia perciben, en promedio, un salario que es entre un 17% y un 20% menor al de los hombres que tienen las mismas responsabilidades.
Y eso a pesar de que, también en promedio, las mujeres colombianas están mejor preparadas.
"Las mujeres acumulamos más años de educación: nos quedamos más en el colegio, terminamos más bachillerato, entramos más a la universidad y nuestra deserción en la universidad es menor que la de los hombres", le dijo Peña a BBC Mundo.
Y tanto la investigadora de Uniandes como Escovar coinciden en que los "techos de vidrio" que limitan a las mujeres en el mercado laboral todavía son, en buena medida, el resultado de una repartición social roles que les asigna a éstas muchas más responsabilidades en casa.
"(Son más las mujeres que) asumen el trabajo doméstico no visible que permite a sus compañeros presentarse cada día en su lugar de trabajo y también a sus hijos asistir a al sistema educativo. En este ámbito, los hombres pueden crecer profesionalmente hasta alcanzar cargos directivos, mientras que las mujeres ingresan de forma tardía o no ingresan del todo al mercado laboral", reconoce Escovar.
"Y ya inmersas en el mercado laboral, las mujeres pueden verse afectadas negativamente a acceder a cargos gerenciales por paradigmas tales como su debilidad física, mayor sensibilidad o aquellos asociados al embarazo o maternidad en el trabajo", admite la presidente de Terpel, quien sin embargo no cree que su trayectoria profesional haya sido afectada por su género.
"Ser mujer, si bien entiendo pueda ser un freno o un acelerador para otras mujeres, no considero que lo haya sido en mi caso", le dice a BBC Mundo.
Pero el reto pendiente sigue siendo hacer que eso también sea verdad para las mujeres de Colombia. Y el mundo.// BBC
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