Más de dos años después de que el Gobierno anunciara su
intención de ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) y de que poco a poco se empezaran hacer públicas las
evaluaciones que había hecho esa entidad a varios sectores, el Ministerio de
Salud dio a conocer los resultados de su examen.
La conclusión, en términos muy resumidos, es que la cartera de
Alejandro Gaviria pasó la prueba, aunque aún haya aspectos trascendentales en
los que debe mejorar.
En total, como mostró Ian Forde, Analista de Política de la
OCDE, se le hicieron a Colombia 48 recomendaciones en términos de salud que el
país debe acoger paulatinamente si quiere sumarse a ese selecto grupo
internacional.
Según Forde, que ha examinado de cerca al sector desde febrero
de 2015, la salud colombiana ha mostrado grandes avances desde que fue aprobada
la Ley 100. El principal, quizás, es la gran cobertura que logró el sistema en
veinte años. Eso, dice, ha permitido disminuir las brechas de desigualdad.
Además, el hecho de que el país esté entre los que menos hacen gastar dinero a
sus ciudadanos para cubrir salud, es destacable. “Hay varios elementos de los
que el mundo podría aprender de Colombia. Es hora de que abran el segundo
capítulo en la historia de la salud”, aseguró.
Sin embargo, pese a que el sistema pasó la evaluación, hay
algunos puntos esenciales que parecen no marchar por buen camino.
Principalmente, se trata de la calidad, la eficiencia del sector y los escasos
sistemas de información, que deberían orientarse al ciudadano.
El primer aspecto, de acuerdo con Forde, se podría traducir en
ejemplos simples: en Colombia, quienes son diagnosticados con cáncer de mama
tienen una tasa de supervivencia del 76 %. El de los países de la OCDE es de
83,5 %. Pero en este tema, tal vez el principal desafío consiste en mejorar los
indicadores para que el país pueda ser evaluado internacionalmente. “Ahí hay
unos enormes huecos de información”.
Además, el organismo también le da un jalón de orejas al
Gobierno para que piense en mejorar una de las grandes debilidades del sistema:
la relación entre EPS, IPS y los entes territoriales. “Deben tener marcos de
desempeño más exigentes, enfocados en la eficiencia y en los resultados”.//
El espectador.com
0 Comentarios