La falta de una regulación que estimule la creación de empleo por parte del sector privado y la carencia de un sistema de valores empresariales que colaboren en el impulso de esa fuerza laboral son dos de los principales fallos que evitan que Colombia avance en materia de competitividad.
Este año Colombia no muestra ningún avance en el Índice de Competitividad Mundial elaborado por el IMD World Competitiveness Center, se mantiene en el puesto 51 entre las 61 naciones que hacen parte del análisis.
Arturo Bris, director del World Competitiveness Center, le dijo a EL TIEMPO que si bien Colombia, en términos generales, no se movió en el escalafón este año “sí presenta descensos en algunas variables macroeconómicas, en tanto que en otros aspectos de la competitividad, como el sentimiento empresarial, ha mejorado bastante”.
Lo que muestra el índice este año para el país en materia de desempeño económico es que se mantiene sin variación en el puesto 46 de la lista. No obstante, las fortalezas en este frente están por el lado de los precios de la gasolina, la reducción del desempleo, el costo de vida y los flujos de inversión extranjera, en los que el país se ubica en los primeros 11 puestos del escalafón.
No ocurre igual en aspectos como el saldo de la cuenta corriente, la exportación de servicios comerciales, el comercio y la venta al exterior de bienes, donde están las mayores debilidades de la economía colombiana, que la llevan a estar en los últimos cuatro lugares del índice de competitividad.
Desde el punto de vista de la eficiencia del Estado, el informe de competitividad de este año muestra que de un listado de 10 fortalezas, solo dos ubican al país en las primeras casillas del ranking mundial: recaudo de ingresos fiscales, en el que ocupa el puesto 4 y en la tasa del impuesto de renta, que lo sitúa en el lugar 11 de la tabla.
A su vez, entre las 10 grandes debilidades en materia de eficiencia estatal se encuentran los niveles de desigualdad y pobreza del país, los elevados impuestos al sector real, la economía informal, el soborno y la corrupción que llevan a Colombia a estar en el puesto 59 entre las 61 economías que hacen parte de este índice.
Pero, ¿qué ha pasado en competitividad desde el punto empresarial colombiano en el último año? Para el profesor Arturo Bris, el principal problema de Latinoamérica y de Colombia es que el sector privado requiere del apoyo del Gobierno y de una regulación clara para crear empleo que se centre en la promoción del empresariado, reglas de competencia, gobierno corporativo, productividad, creación de empresas.
“Lo malo es que para el caso de Colombia, por ejemplo, esos indicadores descienden. Colombia baja siete posiciones en el indicador de creación de empresas, seis en el número de días que se tarda en crear una empresa y en regulación financiera baja dos posiciones, del puesto 47 al 49”, señala el experto.
Agrega además que el empresariado del país necesita también un conjunto de valores, porque también se van deteriorando al cabo del tiempo.// El Tiempo
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