La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, CODHES, entregó información sobre el desplazamiento en el país. Tuvo como referencia la firma e implementación del Acuerdo de Paz entre la extinta guerrilla de las Farc y el Gobierno colombiano. Cerca de la mitad de los desplazados no reciben ayuda del Gobierno, según esa organización.
La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, CODHES, dio a conocer detalles del informe sobre las cifras del desplazamiento en Colombia, partiendo desde la firma y la implementación del Acuerdo de Paz entre la extinta guerrilla de las Farc y el Gobierno colombiano.
Marco Romero, director de CODHES, fue el encargado de explicar los hallazgos que encontraron, luego de comparar el periodo comprendido entre agosto de 2018 y agosto de 2019. Para Romero, es importante tener en cuenta que el enfoque de CODHES es contribuir a ese análisis desde una perspectiva, pues no hacen una lectura total de la crisis humanitaria que atraviesa Colombia.
Por ejemplo, 295.091 colombianos han sido víctimas de desplazamiento masivo y múltiple desde 2012 hasta 2020. “Esto nos muestra cómo hay una especie de juego pendular. Durante la negociación y el Acuerdo de Paz disminuyeron las hostilidades en el país. Pero desafortunadamente esta violencia se incrementó posteriormente. Se transforma, no estamos hablando de la misma violencia, estamos hablando de la nueva situación o dinámica de la violencia que están enraizadas en el pasado”, explica Romero.
En 2016, año en el que se firmó el Acuerdo de Paz, el país registró 52 eventos de desplazamiento, lo que excluyó a 14.321 personas de su territorio. Esa misma cifra casi se triplicó para el 2018, dos años después de la firma, donde hubo 147 eventos de desplazamiento, para un total de 52.293 víctimas de ese delito.
“El Acuerdo de Paz condujo a un desescalamiento del conflicto, pero no resolvió todas las guerras que hay pendientes en Colombia. El Acuerdo tiene problemas como disidencias, implementación, que causan desplazamiento en los territorios. No compartimos la teoría de que estamos peor que antes del Acuerdo. La firma ha traído muchos beneficios para las comunidades, pero lastimosamente en algunas regiones de Colombia el recrudecimiento de la violencia es evidente”, sostiene Romero.// El Espectador
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