El Consejo de Seguridad informa sobre su tercera visita al país desde la firma de los acuerdos de paz en 2016. Las embajadoras destacan el amplio compromiso en la aplicación del acuerdo, al tiempo que enumeran los principales retos y demandas sociales: una mejor distribución de las tierras, una mayor justicia social y una mayor protección contra la violencia.
Guyana, Suiza y Reino Unidos informaron este jueves en el Consejo de Seguridad sobre la visita del órgano a Colombia, que tuvo lugar del 7 al 11 de febrero. Se trata de su tercera visita desde la firma de los Acuerdos de Paz en 2016.
La representante de Guyana expresó su profundo agradecimiento al Gobierno y al pueblo de Colombia por su hospitalidad, así como a la Misión de Verificación y al equipo de las Naciones Unidas en el país.
Carolyn Rodrigues-Birkett detalló que el Consejo llevó a cabo la visita a petición del Gobierno nacional y con el objetivo de demostrar su pleno compromiso con la aplicación de los Acuerdos de Paz de 2016.
Durante la visita, los miembros del máximo órgano para la paz y seguridad internacionales tuvieron la oportunidad de reunirse con interlocutores nacionales, entre ellos el presidente, Gustavo Petro. Además, hablaron con signatarios y otros representantes fundamentales para la implementación de los acuerdos y distintas organizaciones de la sociedad civil, incluyendo organizaciones de mujeres y de la juventud.
“El equipo de las Naciones Unidas en el país ofreció una panorámica sobre los esfuerzos que se están llevando a cabo para apoyar a las autoridades locales” señaló Rodrigues-Birkett.
Principales retos
En la reunión con el presidente, las autoridades informaron sobre los retos con los que se han encontrado para la implementación de los acuerdos, a pesar de la voluntad política existente. En este contexto, el presidente expresó su preocupación por los excombatientes que han sido asesinados.
Las divisiones históricas, así como la distribución equitativa de recursos también se subrayaron como temas importantes.
La embajadora señaló que, en una reunión con algunos miembros del Senado, se encomiaron los avances realizados desde la firma del acuerdo, pero continúa la preocupación por el ritmo de aplicación. Otros temas que se plantearon fue la necesidad de más justicia y reparación de justicia.
Por otra parte, los representantes de la sociedad civil destacaron la necesidad de que haya una presencia más robusta del Estado, la necesidad de acelerar la aplicación de los capítulos rural y étnico del acuerdo de paz, la importancia del diálogo con las víctimas y la existencia de retos vinculados a la inseguridad, el tráfico de drogas y la falta de oportunidades educativas y económicas para la juventud.
Durante una visita a Buenaventura, los embajadores se reunieron con líderes colombianos y afrocolombianos que pidieron más coordinación entre las entidades locales y nacionales. Hablaron del racismo histórico, la destrucción de recursos naturales en sus territorios y pidió mayor inclusión de las mujeres en la toma de decisiones, destacó Rodrigues-Birkett.
Seis mensajes clave
La embajadora aseguró que tras la visita reunieron seis mensajes fundamentales:
1. Existe un amplio compromiso por la aplicación del acuerdo de paz
2. Se necesita una aplicación más rápida, sobre todo en relación con el capítulo étnico y la reforma rural
3. Es necesario abordar la cuestión del acceso a la tierra y titularidad de la misma
4. Hay una falta de presencia estatal en las zonas rurales
5. El apoyo continuo del Consejo de Seguridad es crítico y la Misión de Verificación es fundamental
6. El tráfico de drogas tiene un impacto que Colombia no puede enfrentar por sí solo y tiene que haber una coordinación internacional
Transformación nacional
A continuación, la embajadora del Reino Unido destacó que hace cinco años el Consejo de Seguridad no pudo reunirse con una lideresa en Buenaventura [Francia Márquez] por miedo a su seguridad. Sin embargo, esta vez, esa misma lideresa, como vicepresidenta del país, los acompañó a su región.
“Creo que esto muestra el grado de transformación que se está produciendo en Colombia”, dijo Barbara Woodward.
La embajadora aseveró que “la paz no es un concepto abstracto, es una causa social real que entraña un esfuerzo de parte de toda la sociedad”.
La paz es posible
La representante de Suiza destacó la impresionante resiliencia de la población colombiana, al tiempo que señaló los enormes desafíos que persisten para la aplicación de la paz total: Una mejor distribución de las tierras, una mayor justicia social y una mayor protección contra la violencia.
Pascale Christine Baeriswyl se refirió a la visita de los embajadores a Agua Bonita en Caquetá, donde hablaron con representantes de la antigua zona territorial de formación y reintegración, destacando la importancia del proceso de reconciliación para la transición hacia una vida civil.
El Consejo también visitó proyectos comunitarios, como el de Humanicemos, la primera organización de desminado humanitario del mundo dirigida por excombatientes y se reunió con organizaciones de mujeres, cuyas representantes destacaron que no puede haber una paz duradera sin la participación eficaz de las mujeres en la mesa de negociaciones.
Por último, Baeriswyl instó al Consejo a ampliar el mandato de la Misión de la Verificación, asegurando que es importante comprender la complejidad de la paz, pero también que es posible.
“La paz debe lograrse en el territorio, pero tenemos la gran responsabilidad, como miembros del Consejo, de apoyar todos los esfuerzos en esta dirección. Y solo podremos hacerlo si lo seguimos hablando con una sola voz”, finalizó.// ONU
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